Volcán de La Palma, las consecuencias en forma de incendios forestales
La reciente erupción del volcán de La Palma, además de los destrozos que deja a su paso la lava, también podría traer consigo la propagación de incendios forestales. La época del año y la ceniza volcánica provocarán incendios en los alrededores del volcán Cumbre Vieja. La protección contra incendios en las zonas del Parque Natural, serán muy importantes para evitar daños mayores.
La erupción del Volcán de La Palma
El 11 de septiembre, el magma del volcán Cumbre Vieja comenzó a buscar una salida. Apenas siete días y más de 30.000 terremotos después, la tierra de la isla bonita se resquebrajaba. La erupción del volcán de La Palma había comenzado. La lava corría por las laderas 50 años después de la última actividad volcánica en la isla.
Esta explosión, además del magma, genera una columna eruptiva que contiene en su interior piroclastos. Estos fragmentos sólidos pueden provocar incendios ya que viajan por el aire gracias a la erupción. Esta situación ha supuesto para el Gobierno de Canarias una preocupación añadida. El volcán de La Palma se encuentra en un Parque Natural, por lo que las precauciones son máximas.
Ángel Víctor Torres, Presidente de Canarias, ha advertido que estos fragmentos son «tremendamente peligrosos para el medio ambiente». La Unidad Militar de Emergencias (UME), ya se ha desplegado por la zona para controlar los posibles incendios forestales, trabajando en la prevención y extinción de los mismos.
La UME para controlar los incendios forestales
Hasta el lunes 20 de septiembre, todavía no se había producido ningún incendio. Durante ese día, Europa Press, publicó un gráfico con los incendios que ya estaban apareciendo en la zona. El Parque Natural de Cumbre Vieja, se encontraba con un problema añadido a la lava.
La Unidad Militar de Emergencias de las bases de Gando, en Gran Canaria, de Los Rodeos, en Tenerife y de Morón, en Sevilla, se han desplegado por la zona. Su principal objetivo será controlar los posibles incendios provocados tanto por el magma volcánico como por los piroclastos que contiene la ceniza volcánica. La UME llega para unirse a los trabajos de las Fuerzas y Cuerpos y Seguridad así como a los bomberos forestales que trabajan sobre el terreno.
Todos ellos harán lo posible para que la catástrofe que azota la isla de La Palma, provoque los menos daños posibles. Más de 5.000 personas desalojadas y casas engullidas por la lava, ahora también, las llamas pueden suponer un grave problema añadido. Las tareas de protección contra incendios y de prevención, serán básicas para que el escenario no empeore.