¿Qué provocó el incendio de Notre Dame, la mítica catedral de París?
¿Qué provocó el incendio de Notre Dame? Esa es la pregunta que todavía a día de hoy se hacen muchas personas. Casi dos años después del devastador incendio que arrasó gran parte del edificio parisino, la respuesta no es clara. Descartada la pista criminal, las opciones de un fallo eléctrico o un cigarrillo mal apagado, cobran fuerza.
El origen del incendio ¿qué falló?
La tarde del 15 de abril de 2019 la catedral de Notre Dame comenzó a arder. La alarma contra incendios se activó durante una misa avisando a los asistentes de que debían desalojar el edificio. Uno de los operarios presentes en las obras de restauración no supo guiar adecuadamente al personal de seguridad. Esto provocó un retraso fatal en la detección y valoración de las primeras llamas. Esos, apróximadamente, 30 minutos de demora fueron suficientes para que la gran cantidad de material combustible presente, descontrolase el incendio.
El icónico templo de más de 850 años de antigüedad ardió durante más de 9 horas. Finalmente, el techo y su histórica aguja, colapsaron. El error inicial fue la falta de rapidez a la hora de definir el lugar exacto y la gravedad del fuego. Esto fue el inicio de una cadena de fatalidades que acabaría destruyendo uno de los edificios más representativos de la capital francesa.
Pero, ¿qué provocó el incendio de Notre Dame?
Como ya hemos explicado, la causa más probable fue un fallo eléctrico o un cigarrillo mal apagado, pero sin duda el retraso en la llegada de los bomberos catapultó la virulencia de la llamas.
Es una obviedad que la cantidad de madera existente en la catedral fue uno de los motivos de la propagación del fuego. Sin embargo, tal y como explicó en su día Antonio Alfaro, de Bomberos Unidos: «Por una parte, la madera conserva mucho el calor, y cuando está vieja y seca es muy fácil que el fuego se propague. Sin embargo, tiene una ventaja respecto a las estructuras de metal: es mucho más resistente».
Esta aparente contradicción tiene una explicación: «Puede parecer que no es más resistente, pero el fuego calienta el metal hasta tal punto que las estructuras se doblan. La madera, en cambio, se va consumiendo con el calor, pero la parte que no se ha quemado es capaz de aguantar mucho.«
La reconstrucción, en marcha
Uno de los primeros problemas que se encontraron los expertos una vez que el fuego fue extinguido, fue el andamio que había para la restauración. La enorme estructura de más de 40.000 piezas metálicas y 200 toneladas de peso, se convirtió en un amasijo de hierros retorcido y fundidos. Un error, en el desmotaje podría haber provocado el derrumbe completo de Notre Dame. Se han necesitado más de 20 meses para limpiar y retirar todos los escombros para, ahora sí, comenzar la reconstrucción.
El objetivo, en palabras del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, es abril de 2024, escasos meses antes de la inauguración de las Juegos Olímpicos que se disputarán ese año en París. Además, el dirigente francés, también ha confirmado que finalmente, la reconstrucción de Notre Dame mantendrá fielmente la estética tanto externa como internamente.
Un gran incendio que puso en peligro una de las construcciones más icónicas de Europa, y que ahora se enfrenta al reto de volver a lucir como hizo durante más de 800 años, y donde no faltará un sistema de protección contra incendios a la altura.