El detector de CO2: gases tóxicos, sensores y peligros en la era del Covid 19
Un detector de gases tóxicos es esencial para la detección de la concentración de gases tóxicos y vapores peligrosos que puede producirse en numerosos sitios. Se produce por la concentración de elementos químicos en la atmósfera al entrar en contacto con los elementos ya presentes en ella. El más común es el detector de Co2.
La detección precoz de estos gases tóxicos y vapores peligrosos, no solo en los incendios, sino en la vida ordinaria, pueden salvar la vida de muchas personas. A continuación, te detallamos cómo hacerlo de forma segura y eficiente.
Sistemas de detección de gases, ¿para qué sirven?
Los sistemas de detección de gases sirven para tratar con el riesgo tóxico que se deriva de su emisión a la vez que previenen y evitan el potencial peligro de explosión que tienen, de tal forma que se pueda evitar un posible incendio. Por ello, su rápida detección es una prioridad en los sistemas de seguridad.
Prácticamente, todos los gases y vapores siempre son peligrosos. Si los gases no existen en su composición atmosférica familiar y respirable, la respiración segura puede verse afectada. Además, cualquier gas es potencialmente peligroso si está licuado, comprimido o en su estado normal.
Detector de gases tóxicos. Clasificación.
Dependiendo del tipo de gas al que se pueda estar potencialmente expuesto, existen diversos sistemas de detección de gases:
- Sensor electroquímico, similar a un micro-reactor. Tiene gases reactivos que producen electrones como si fuera una batería.
- Sensores de perlas catalíticas. Indicado para oxidar los gases y vapores inflamables liberando calor en la reacción.
- Principio de medición de sensor infrarrojo. Aptos para la medición de la concentración de hidrocarburos (detector de Co2).
- Sensores de difusión controlada. Se encargan de mantener una diferencia de concentración en las moléculas de tal forma que el proceso de mezcla sea incompleto y no finalice.
- Detectores de barrera. Se trata de un sistema de infrarrojos con una barrera óptica extendida varias veces. Este sistema es válido para barreras de hasta 200 metros.
Sin las herramientas adecuadas, las personas no somos capaces de reconocer estos peligros con la suficiente antelación para poner medidas adecuadas.
Es por eso que, los sistemas de detección de gases identifican concentraciones anómalas en determinados lugares que pueden provocar riesgo tóxico o peligro de explosión. Actúan antes de que puedan producirse las consecuencias fatales, de tal forma que pueden activar alarmas e incluso, contramedidas antes de que pueda producirse una situación peligrosa para empleados, instalaciones o entorno.
Detector de CO2, ¿cómo puedo estar seguro?
La fiabilidad de un sistema de detección de gases no solo depende de las propiedades y el funcionamiento del equipo, sino también de la correcta instalación, manejo y mantenimiento, además de la adecuada colocación de los sensores, determinantes en el proceso. La colocación incorrecta del sensor hace que un sistema de detección sea inútil.
Actualmente, la pandemia de coronavirus ha hecho que nuestros hábitos de limpieza y rutinas de desinfección varíen mucho. El empleo y utilización de diversos productos químicos tanto en nuestros lugares de trabajo como en el ámbito doméstico para la limpieza puede favorecer aquellas circunstancias en las que los gases presentes en la atmósfera entren en contacto y reaccionen con dichos productos. De esta forma, la instalación de sistemas de detección de gases tóxicos y peligrosos se está convirtiendo en una prioridad en numerosos espacios.
Sin embargo, la detección de gases debe regirse por estrictas medidas de seguridad, tanto en la instalación como en su continuo mantenimiento, de tal manera que se garantice su fiabilidad y efectividad.